Este libro explicará tratamientos cuya aplicación puede suponer una mejora exponencial en el pronóstico de muchos enfermos de cáncer, que los oncólogos desconocen pese a estar basados en ciencia rigurosa
Alfonso Fernández
Cáncer Integral
El libro que debe ser escrito
¿Por qué deberías invertir?
Lo que la ciencia sabe del cáncer y los oncólogos desconocen.
Terapias de gran potencial para controlar cualquier cáncer
Me llamo Alfonso Fernández y soy el marido de una enferma de cáncer cerebral que está remitiendo su enfermedad, contra todo pronóstico.
Desde hace unos años vengo ofreciendo información gratuita en el blog Cáncer Integral basada en los estudios científicos más recientes y he comprendido la necesidad de reunir todo el conocimiento heterodoxo que he ido acumulando en forma de libro.
Este libro explicará tratamientos cuya aplicación puede suponer una mejora exponencial en el pronóstico de muchos enfermos de cáncer, que los oncólogos desconocen pese a estar basados en ciencia rigurosa
El objetivo de este libro es informar para empoderar al enfermo y hacer que comprenda hasta qué punto están en sus manos las armas para controlar la enfermedad. Se basará en cientos de estudios científicos rigurosos, pero que hasta ahora no se habían usado para construir una sólida estrategia anticáncer, y que explican los casos de enfermos que mejoran contra todo pronóstico.
Índice
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¿Por qué se necesita un libro como éste?
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¿Qué hace diferente a este libro?
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¿A quién va dirigido este libro?
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Acerca del autor. Porqué un ingeniero puede escribir un libro sobre cáncer
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¿Tendré que esperar meses para leer el libro? ¿Cuándo se lanzará el libro?
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¿Será un refrito de lo ya publicado en el blog?
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¿Cuáles son las recompensas?
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¿A qué se va a dedicar el dinero?
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Índice preliminar de contenidos
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Necesito aún más información
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Contáctame si aún tienes dudas
¿Por qué se necesita un libro como éste? subir
Tras recibir el pronóstico que los médicos nos dieron en el año 2008 comencé a investigar, convencido como estaba por entonces de la solidez del avance científico y de que la medicina convencional era la única capaz de encontrar una cura.
Al ver que los fármacos disponibles no podían hacer nada por mi mujer me puse a leer cientos de estudios científicos de centros de investigación de todo el mundo, para saber si habría tratamientos aún no utilizados pero con eficacia potencial.
Eso me produjo un enorme shock, porque comprendí 2 cosas:
- Que la ciencia conocía con cierta precisión qué era el cáncer: se habían estudiado muchas moléculas y terapias de gran eficacia potencial, mayor que la de los fármacos existentes, apoyadas por ciencia muy rigurosa, y existían muchas propuestas de cómo debía traducirse ese conocimiento en terapias concretas.
- Pero que, sin embargo, estas terapias NO se trasladaban a la práctica clínica, a pacientes reales, porque debían someterse antes a pruebas extensas que sólo la industria farmacéutica podía pagar, pero no lo hacía al no poder obtener de ellas un beneficio económico.
De esos 2 puntos se derivan las siguientes conclusiones:
- Lo que se traslada desde la ciencia preclínica a los pacientes no son fármacos óptimos, sino bastante ineficaces.
Es decir, lo que llega a un paciente NO es lo mejor que podría haberse obtenido si la ciencia fuera tan rigurosa como se le supone y si realmente el objetivo último fuera obtener una cura. No vivimos en el mejor de los mundos posibles.
No se trata de ninguna conspiración sino, simplemente, del resultado inevitable de un sistema de puesta en marcha de fármacos ineficaz (referencia)
Si se entiende cómo los bancos han influido en la corrupción de la economía y contribuido a la crisis económica, no resultará extraño comprender cómo las empresas farmacéuticas han podido corromper la medicina y la investigación científica.
- No ha existido apenas mejora de la cantidad y calidad de vida de pacientes con metástasis o gliomas malignos en los últimos 50 años, no importa lo que leas habitualmente en los medios de comunicación.
Algunos datos: sólo ha existido evolución real en algunas leucemias, algunos linfomas y algunos tumores de testículo, que sí pueden curarse usando exclusivamente quimioterapia, lo que constituye aproximadamente un 10% de los casos.
En las estadísticas suele incluirse en la mejora de la supervivencia carcinomas “in situ”, que jamás habrían dado problemas o que pueden ser extirpados en su totalidad mediante cirugía (referencia) pero las metástasis, que es la principal causa de muerte en más del 90% de los cánceres: (referencia) o los gliomas malignos siguen siendo casi igual de intratables ahora que hace décadas.
Incluyo este informe de un ‘círculo escéptico’ y, por lo tanto, poco sospechoso de atacar a la medicina oficial, que refleja con datos objetivos los limitados progresos conseguidos (referencia)
La quimioterapia en tumores sólidos sólo aporta un 2% a la supervivencia global a 5 años. El siguiente metaanálisis, que es la evidencia científica de mayor valor, así lo confirma: referencia)
En definitiva, no es cierto que estemos ganando la guerra contra el cáncer (referencia)
El grueso de la llamada ‘Medicina basada en la evidencia’ NO se basa en evidencia sólida, sino en datos sesgados por la industria.
Basta leer ‘Mala Farma’, de Ben Goldacre para asistir a un listado de datos objetivos que pondrán en duda el edificio en el que se basa la medicina farmacológica. Aunque las noticias parezcan afirmar lo contrario, aún estamos muy lejos de poder obtener una cura oficial, basada en fármacos, de una sola metástasis o glioma maligno.
No estoy diciendo que los tratamientos convencionales sean siempre inútiles, pero sí que existen formas de complementarlos para mejorar sus efectos terapéuticos y protegernos de sus efectos secundarios.
Quienes afirmamos esto no somos anticientíficos. Todo lo contrario, queremos MÁS Y MEJOR CIENCIA, a condición de que sea ciencia libre de intereses corporativos, y que busque la verdad y el bien común.
- Miles de pacientes en todo el mundo sobreviven pese al vaticinio de los médicos y suelen ser catalogados por la medicina como “remisiones espontáneas” , pero lo cierto es que muchos de ellos comparten características comunes y han abordado medidas bastante similares. Es decir, sus remisiones son planificadas, están lejos de ser “espontáneas” (referencia)Muchos de esos casos son personas muy inteligentes, con sólida formación científica y carreras respetadas y exitosas, que han salido adelante sin más armas que su razón y la ciencia disponible. No suelen tratarse de “pobres ignorantes embaucados por estafadores” (referencia)
- El paradigma científico del origen del cáncer, admitido como dogma desde hace décadas, es con toda probabilidad erróneo: no hay pruebas sólidas de que el cáncer sean más de 200 enfermedades debidas a mutaciones genéticas, y sí de que se trata de una sola enfermedad (independientemente del órgano en que se produzca), basada en problemas metabólicos.De entre la infinidad de estudios que, directa o indirectamente, apoyan la tesis del cáncer como enfermedad metabólica y no genética:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4535307/
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26217661
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3873478/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3347786/
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25545135
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24495661
- De hecho, tal vez casi todas las enfermedades crónicas sean también manifestaciones de problemas similares.
- Las implicaciones de este cambio de paradigma son enormes, porque significa que medidas aparentemente sencillas de dieta, ejercicio y suplementación con moléculas naturales y algún fármaco sintético de escasos efectos secundarios, enfocadas a objetivos metabólicos, pueden suponer una gran ayuda.También permitirían al paciente liberarse de su completa atadura a los fármacos sintéticos y asumir las riendas de parte del tratamiento, que complementaría al convencional y sumaría fuerzas con él.
- En contra de lo que suele pensarse, la obtención de una cura contra el cáncer no es un problema de falta de fondos destinados a la investigación, sino de que el dinero se use para investigar en la dirección correcta, basándose en el paradigma adecuado, encontrando la combinación más efectiva de terapias y moléculas YA existentes (tanto naturales como sintéticas) y con el objetivo de curar y no de maximizar beneficios (referencia)Es decir, el problema no es meramente económico sino de cómo usar eficazmente esos fondos y, sobre todo, es un problema de falta de información y de una metodología ineficaz para curar, aunque muy eficaz para obtener beneficios.
- Muchos supuestos científicos, que se autodenominan a sí mismos ‘escépticos’, se dedican a ridiculizar cualquier intento por salirse del dogma y del estándar de tratamiento, y califican como magufo, conspiranoico y anticientífico a cualquiera que proponga medidas complementarias, a pesar de ser totalmente racionales y basadas en la ciencia disponible.Los creyentes cientificistas, ejemplos de fanáticos que no persiguen la verdad sino el mantenimiento del orden establecido, no serán convencidos por los datos objetivos, porque se apoyan en creencias tan irracionales como aquellas que dicen combatir.
- En el otro extremo del espectro, existen bastantes webs ‘alternativas’ que ofrecen información a veces valiosa pero que, en ocasiones, realizan afirmaciones incorrectas o difunden creencias con poco rigor científico, que sólo perjudican a quienes sí creemos en la ciencia.Esas webs son usadas como arma arrojadiza por los cientificistas para invalidar cualquier intento por proponer hipótesis alternativas, lo cual desemboca en una contienda retórica, plagada de unos y ceros, con ausencia casi completa de matices.Ni unos ni otros comprenden lo que hay de útil a efectos prácticos en lo que su oponente propone, y durante esa contienda los únicos perjudicados son los enfermos.
- Muchos centros de oncología integrativa realizan sus propias investigaciones y ponen en marcha prometedores ensayos o protocolos con bastante éxito, pero suelen limitarse a sus pacientes y no suelen difundir sus resultados ni se les da publicidad.Quienes no tienen acceso a estos centros, bien sea por falta de recursos económicos, por vivir en zonas geográficas demasiado distantes o por desconocer su mera existencia, no tienen forma de aprovechar esas terapias ni de obtener información basada en las mismas fuentes que estos centros utilizan.
- En definitiva: los enfermos y sus familiares estamos básicamente solos, porque la ciencia clínica no evoluciona poniendo a prueba las terapias y moléculas adecuadas, basadas en un paradigma eficaz.
Se necesita combinar rigor científico con valentía para proponer hipótesis, basadas en dicha ciencia, en forma de tratamientos con escasos o nulos efectos secundarios, sin esperar a unos ensayos por los que ninguna empresa farmacéutica va a pagar jamás, porque no pueden obtener de ellos un beneficio económico.
Unas propuestas que no pretenden sustituir sino complementar el tratamiento estándar, con terapias basadas en ciencia, que el paciente puede decidir utilizar mediante una toma de decisiones adulta, donde sopesará con responsabilidad el ratio riesgo/beneficio, que suele ser muy bajo.
Esta sensación de ausencia de sentido común y de soledad e indignación entre quienes comprendemos que no se está haciendo lo correcto, es la que me llevó a crear el blog Cáncer Integral, un blog hecho por y para pacientes pero al que muchos médicos honestos han ido apoyando y en donde comparto el conocimiento heterodoxo que he acumulado a lo largo de los años.
Y es esa la misma razón por la que inicio este proyecto:
escribir un libro que enseñe, con las armas más rigurosas de la ciencia disponible, de las mejores estrategias integrales de tratamiento, de gran eficacia potencial y escasos o nulos efectos secundarios, que mejoren exponencialmente la efectividad de las medidas estándar y a la vez atenúen o eliminen sus efectos secundarios.
Un estado del arte de todo lo que un enfermo puede hacer (en su mayoría desde su domicilio) para incrementar exponencialmente sus opciones de vencer a la enfermedad, muchas veces con moléculas muy poco difundidas pero de gran eficacia.
Si aún tienes dudas acerca de la brutalidad del sistema de investigación farmacológico actual, de su completa desconexión con cualquier objetivo curativo, tal vez este documental te ayude a reflexionar:
Investigación Médica:
Houston, tenemos un problema
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