‘Te estas volviendo vieja’ me dijeron, ‘has dejado de ser tú, te estas volviendo amargada y solitaria’.
– No, respondí. No me estoy volviendo vieja, me estoy volviendo sabia.
He dejado de ser lo que a otros agrada para convertirme en lo que a mi me agrada ser, he dejado de buscar la aceptación de los demás para aceptarme a mi misma, he dejado tras de mí los espejos mentirosos que engañan sin piedad.
– No, no me estoy volviendo vieja.
Me estoy volviendo asertiva, selectiva de lugares, personas, costumbres e ideologías.