The Red Pill arranca cuando una cineasta feminista pretende documentar el misterioso y polarizado mundo del Movimiento de los Derechos de los Hombres, lo cual la lleva a tener que cuestionar sus propias creencias.
La Píldora Roja es la crónica del viaje de Cassie Jaye para explorar una perspectiva alternativa sobre igualdad de género, poder y privilegio.
Yo era feminista diez años antes de empezar esta película… Pensé que sabía todo lo que hay saber sobre políticas de género e igualdad de género
Fue una gran sorpresa para mí descubrir que mucho de lo que dicen los medios de comunicación acerca del Movimiento por los Derechos de los Hombres ¡era una rotunda mentira!
Cassie Jaye
Red Pill, la pastilla roja del despertar
El presente post forma parte de la serie que estoy dedicando a intentar conocer qué es lo que verdaderamente sucede tras la etiqueta “ideología de género”, y que está integrada hasta el momento por las siguientes entradas:
- El Avance de la Nada (59) UNESCO: Homosexualizando a la población mundial desde el jardín de infancia (“ideología de género”)
- Uniendo los Opuestos (56) Filosofía crítica (2): Contra la Dictadura del Pensamiento Único.
- Homosexualizando a la población mundial desde el jardín de infancia (2): ¿Sabes lo que quieren enseñar a tus hijos en el colegio?
- Comercializando la vida humana: La izquierda y el negocio de los vientres de alquiler
- Lavado de cerebro: La serie de televisión que desmontó la ideología de género en Noruega
En el presente post se incluye la película de reciente inauguración en Estados Unidos The Red Pill [La Pastilla Roja], que recomiendo ver completa, porque creo que es un excelente documental.
Y lo es por varias razones. Es limpio, depurado, se sigue con interés y curiosidad. Pero, sobre todo, es honesto: no nace con las conclusiones hechas; más bien al revés.
The Red Pill nace de la curiosidad de su directora Cassie Jaye de querer saber algo más sobre el Movimiento por los Derechos de los Hombres.
Pero, como se pone de manifiesto a lo largo de la película, su deseo de saber es real, lo cual hace que, a medida que su investigación avanza y el deseo de profundizar la lleva más y más abajo hacia el interior de la madriguera del conejo, la incomodidad de Cassie vaya en aumento…
Ya no está tan segura de lo que cree, ni de lo que es verdad y lo que no lo es…
LA PÍLDORA ROJA
El video de la película desaparece una y otra vez de youtube y de vimeo pero se puede ver completo en el siguiente enlace
https://archive.org/details/LaPildoraRojaDocumentalSubtitulado
La cineasta y periodista Cassie Jay decidió grabar como feminista un documental sobre un grupo que era considerado machista y misógino. El resultado ha sido una vuelta de tuerca a sus creencias.
Todo comenzó con una idea. Conocer, y seguramente desmontar, al grupo conocido como Movimiento por los Derechos de los Hombres, una asociación que lucha por la igualdad, contra la discriminación del hombre y los movimientos radicales feministas.
Cassie Jay, la directora, era una feminista que había oído hablar de este movimiento por la prensa, es decir, que decidió rodar un documental sobre un grupo “machista”, “misógino”, “homófobo”, etc.
Y se pasó más de dos años y medio realizando entrevistas a los miembros de este grupo, además de a feministas para conocer ambos puntos de vista.
El resultado fue “The Red Pill” y que esta feminista dejó de serlo. Un cambio radical para ella, que espera que ahora, gracias a este trabajo, la gente pueda replantearse las cosas y ver los dos puntos de vista.
“Una de mis metas con esta película es tratar de que los espectadores se replanteen algunas de las cuestiones que afectan a los hombres. La discusión es la clave. Y la educación es primordial. Espero vean esta película tanto feministas como personas que nunca se han planteando los problemas que afectan a los hombres”, aseguró Jay en un encuentro con jóvenes.
“No soy una activista. Soy directora de cine, periodista. Pero yo era feminista antes y con esta película se me cayó esta etiqueta. Sigo apoyando los derechos de la mujer, el empoderamiento de las niñas. […] Pero ya no tengo ninguna etiqueta”, insistió.
El título “The red pill” (La píldora roja) hace referencia a la película “Matrix”, cuando el protagonista tiene que elegir entre tomar una píldora azul y seguir viviendo en el mundo de Alicia y las fantasías o la píldora roja y afrontar la realidad.
Para abordar toda esta temática el documental se divide en cuatro partes:
-
La primera trata sobre el hombre desecho. Con ello quieren reflejar como en ciertos aspectos la vida de un hombre vale menos que la de una mujer. Ofrece una serie de datos, como que el 93% de las muertes en accidentales laborales en EEUU son de hombres, que cuatro de cada cinco suicidios son masculinos o que un 63% más de hombres fueron condenados por el mismo delito que las mujeres.
-
La segunda trata sobre la separación de padres e hijos por la Justicia. Son muchos los casos en los que cuando se trata un divorcio o una separación la sentencia es favorable a la mujer por el mero hecho de serlo.
-
La tercera aborda el problema de la violencia de género. Se da por hecho que los hombres no sufren violencia de género y se banalizan las denuncias falsas, con especial atención al acoso laboral en EEUU.
-
La cuarta y última versa sobre el silencio mediático que impera en la vulneración de los derechos de los hombres, en especial por los movimientos feministas. Como ejemplo cabe recordar que este documental iba a ser proyectado en la ciudad canadiense de Otawa el pasado 4 de diciembre, pero se tuvo que suspender la presentación por las protestas que ocasionó.
El documental se ha presentado en EEUU y en Canadá, pero no ha llegado todavía a Europa, aunque en la la página web oficial anuncian que se podrá comprar en DVD en todo el mundo a principios de 2017.
DIVORCIÁNDOSE DEL FEMINISMO
La Experiencia de Cassie Jaye
JOSÉ PABLO BOLAÑOS
El documental The Red Pill (La Píldora Roja) finalmente ha visto la luz del día. No muchas salas de cine están dispuestas a presentarlo por su contenido altamente polémico pero unas pocas lo están haciendo. Y, con la conclusión del proceso de filmación, edición y puesta en escena del documental, Cassie Jaye tiene más tiempo ahora para hablar de su experiencia en la producción de esta película.
En una entrevista reciente, la joven productora estuvo conversando con David Robin sobre su viaje hacia el interior del Movimiento por la Defensa de los Derechos de los Hombres, hizo un análisis honesto del Feminismo a la luz de su experiencia y los puntos más interesantes que tocó en esa entrevista son resumidos a continuación:
El Feminismo alega ser un movimiento por la defensa de los derechos de la mujer. Sin embargo, parece invariablemente partir del presupuesto de que “el fin justifica los medios”.
Si una productora como ella hace una película en la que desea explorar imparcialmente el Movimiento por los Derechos de los Hombres (MRM), las feministas serán las primeras en atacarla salvajemente y – más aún – en apoyar a cualquier persona que lo haga a nombre de ellas. Esa fue su experiencia.
Su percepción del Feminismo, después de haber hecho el filme, es que es – más que una ideología – una religión. Es una religión porque insiste en negar cualquier información empírica y científica que contradiga sus presupuestos básicos. Y, lo peor de todo, su posición es fundamentalista en tanto no acepta ninguna discusión de los temas e intenta aplacar – usando los métodos que sean necesarios – toda disidencia hacia su ideología. Cassie dice:
de la misma manera en que renuncié a mi religión en la adolescencia, he renunciado a la etiqueta de “feminista”.
Tanto los masculinistas como las feministas son criticados por sus métodos, pero existen diferencias fundamentales entre ambos. A los masculinistas, se les critica por ser excesivamente confrontativos y bruscos. (Y lo somos, no cabe ninguna duda de ello). Sin embargo, agrega ella, la mayoría de los masculinistas no pretenden limitar a la mujer en su derecho de elegir qué hacer con su vida ni pretenden negar que las mujeres puedan sufrir de algunas formas de discriminación. En su aplastante mayoría, dice ella, no tienen nada en contra de la igualdad de oportunidades.
A las feministas, por contraste, se les critica por ser absolutamente deshonestas. Se les critica por crear datos falsos, por inventarse agravios totalmente inexistentes, por estar constantemente tratando de engañar al público para alimentar la indignación de la gente mal informada e impresionable.
Paul Elam, creador de A Voice for Men, tomó un comentario totalmente misógino de uno de sus integrantes y lo volvió a publicar, agregando:
“esta línea discursiva es totalmente inaceptable; cualquiera que comente así, será expulsado de este sitio”
Los sitios feministas reprodujeron también el comentario pero agregaron: “esto es lo que dice A Voice For Men sobre las mujeres”. Entonces, una gran diferencia entre ambos es que los masculinistas son mucho menos propensos a mentir para manipular, porque de todas formas no necesitan hacerlo (tienen más y mejor sustento para sus argumentos) y no son tan tolerantes o amistosos con los extremistas como los son las feministas. La otra gran diferencia es que las feministas sí intentan negar las formas de discriminación y violencia que afectan al hombre, porque ven cualquier reconocimiento de estas como un punto en contra de la causa por los derechos de las mujeres. Un punto de vista absurdo pero muy generalizado.
Cassie refiere que ya no se considera a sí misma una feminista pero esa ni siquiera es una decisión en la que ella haya tenido mucha injerencia; las mismas feministas fueron las que la repudiaron a partir del momento en que manifestó su intención de hacer su documental. Refiere ella: es lo mismo que hacen con la mujer que elige ser ama de casa o que no elige llamarse feminista.
Cassie comenta que las feministas preguntan a la gente por qué dice no ser feminista y agregan: ¿no crees en la igualdad de derechos? La mayoría de la gente responde que sí y ellas agregan: entonces, eres feminista. Pero, para ella, es evidente que el tema no es tan sencillo. Ser feminista implica aceptar la hipótesis de que todos los hombres son los opresores y las mujeres las oprimidas. De esa idea, se desprende toda una metodología de abordaje de los problemas y de activismo social. Ella aclara que ya no está de acuerdo ni con la teoría del patriarcado ni con el activismo social que del movimiento feminista mainstream se ha derivado.
Cassie dice: no me considero una masculinista, tampoco. Pero ahora soy capaz de darme cuenta de que los masculinistas cuentan con una propuesta genuina, sensata y válida de abordaje para los temas de género.
La nueva película de Cassie Jaye,
The Red Pill
es un trago amargo para las feministas
Paul Liberatore · Marin Independent Journal · 11 de abril de 2016
Cuando la directora de Marin, Cassie Jaye empezó a trabajar en su nuevo documental, The Red Pill, la primera película sobre el movimiento por los derechos de los hombres, se consideraba feminista. Cuando terminó el documental, que se estrena el domingo en el Centro de Cine Rafael, ya no podía decir lo mismo. Y muchas de sus antiguas hermanas del movimiento de las mujeres nunca se lo podrán perdonar.
Están enfadadas porque esta mujer de 30 años, residente en San Anselmo, ha tenido la osadía de mostrar pruebas que impugna su repulsa hacia las organizaciones por los derechos de los hombres al considerarlos grupos de odio misóginos infestados de «apologistas de violación».
“Las académicas feministas se sienten amenazadas por ese tipo de diálogo”, dice.
En Melbourne, Australia, por ejemplo, una petición feminista, que señalaba a The Red Pill como “una película de propaganda misógina”, lograron que se cancelara una proyección. Una crítica viciosa en Village Voice insinuó que The Red Pill fue financiada por activistas de los derechos de los hombres. El semanario supuestamente progresista llegó al extremo de negarse a aceptar un anuncio pagado de la película, un requisito necesario para calificarla en la nominación al Premio de la Academia.
“Es exasperante”, dice Jaye, enervada. “Esa es una de las mentiras que se está propagando para desacreditarme a mí y la película. Es muy frustrante tener que estar desmintiendo eso una y otra vez”.
EL ORIGEN DE LA “PÍLDORA ROJA”
Ella dice que consiguió financiar The Red Pill con su propio dinero, así como con el dinero de su madre, Nena Jaye, coproductora, y de su novio. Cuando se acabó, lanzó una campaña en Kickstarter, el sitio crowdfunding del New York Times llamado “el NEA del pueblo”.
“Encontré a Kickstarter como la única manera en que podía mantener un control creativo sobre la película y obtener los fondos que necesitaba para acabarla”, dice. “Que la película fue financiada por los MRA (activistas por los derechos de los hombres) es una mentira frecuente que sigue propagándose”.
El título del documental se inspiró en los símbolos de la cultura popular de píldoras rojas y azules introducidas en la película de ciencia ficción The Matrix, en la que tomar una píldora azul implica permanecer en una cómoda ignorancia, mientras que tomar la píldora roja significa abrazar la dolorosa verdad.
Ex actriz de Hollywood (“Me cansé de interpretar el papel de chica rubia a la que al final siempre muere”), Jaye se convirtió en cineasta documental para poder hacer películas con significado para ella. Le llevó más de tres años terminar The Red Pill, su tercer documental después de Daddy, I Do (Papá, yo lo hago), una mirada al mundo de los anhelos de pureza y las promesas de abstinencia, y The Right to Love: An American Family (El derecho al amor: una familia americana), sobre el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Jaye está acostumbrada a la controversia. En 2010, la organización sin ánimo de lucro Lark Theatre sin ánimo de lucro canceló una proyección de Daddy, I Do después de que dos miembros del consejo se opusieran a proyectarlo. Funcionarios del teatro rápidamente pidieron disculpas por “los terribles errores” que llevaron a la prohibición, y lo reprogramaron.
CAYENDO POR LA MADRIGUERA DE CONEJO
Hasta que un par de casos de violación de alta repercusión mediática despertó su interés, el misterioso movimiento de los derechos de los hombres era una madriguera de conejo en la que nunca había pensado caer. Sorprendentemente, tampoco lo hizo nadie más.
“Esta es la primera y única película sobre los derechos de los hombres que se ha hecho”, dice. “Y fue la primera vez en mi vida que comencé a mirar hacia los problemas de los hombres. Creía que iba a hacer una película sobre hombres que odian a las mujeres. Estaría allí con uno o dos cámaras, esperando no ser lastimada. Creía que estaba haciendo una película fabulosa sobre ese subterráneo movimiento de misóginos. Acabó siendo algo muy diferente”.
Ella pasó mucho tiempo entrevistando a la bestia negra de los MRA, Paul Elam, fundador del sitio web A Voice for Men (Una voz para los hombres).
La petición australiana para impedir la proyección de The Red Pill lo calificó de “racista pro-violación”. Y las feministas siguen denominando a su organización como grupo de odio, citando al Southern Poverty Law Center, que niega haber hecho tal denuncia.
EL AUTOR SOBRE EL «PODER MASCULINO»
En Warren Farrell, autor de The Myth of Male Power: Why Men are the Disposable Sex (El mito del poder masculino: ¿Por qué los hombres son el sexo desechable), una biblia del movimiento de los hombres, encontró a su padrino intelectual prácticamente en su propio patio trasero. Farrell, que aparecerá con ella en la proyección del domingo, vive en Mill Valley.
En su explosivo libro de 1993, Farrell define el poder como la capacidad de tener el control sobre la propia vida. En lugar de tener poder, argumenta, ambos sexos históricamente han estado atrapados en sus roles de género: las mujeres como cuidadoras de niños y los hombres como proveedores, como los que salen al mundo para ganar dinero para mantener a la familia.
Como ilustración de la impotencia masculina, Farrell y Elam señalan que los hombres son el único sexo reclutado para luchar en las guerras. Los hombres tradicionalmente asumen puestos de trabajo de alto riesgo en la minería, la agricultura, la silvicultura y la pesca y tienen 11 veces más probabilidades de morir en el trabajo que las mujeres. Tienen índices de suicidios mucho más altos y tienen tres veces más probabilidades de ser víctimas de asesinato. Las mujeres viven cinco años más en promedio que los hombres. Los derechos del padre son legalmente secundarios ante las mujeres en los tribunales de familia y los casos de custodia de los hijos. Aunque las tasas de mortalidad por cáncer de mama y cáncer de próstata son casi las mismas, se gasta seis veces más dinero en la investigación del cáncer de mama en los EE.UU.
“Farrell desafía el ideario feminista, y creo que por eso se ha convertido en una amenaza para su debate sobre cuestiones de género”, dice Jaye. “Él está planteando la idea de que tal vez no vivimos en un patriarcado donde los hombres oprimen a las mujeres, sino que lo que nos puede parecer un patriarcado es el resultado de los roles de género”.
Las feministas con las que Jaye habló no quieren oír nada de esto. En una escena de The Red Pill, se ve a un grupo de manifestantes feministas hostigando a unos hombres al entrar en una conferencia de Farrell en Toronto, Canadá, gritando que es un “apologista de la violación”. Una activista feminista conocida como “Big Red”, en particular, se presenta como una bruja gritona vomitando obscenidades.
DESCONEXIÓN FEMINISTA
Para mostrar el lado feminista del asunto, Jaye entrevistó a varias autoridades sobre el tema, incluyendo a Katherine Spillar, directora ejecutiva de la Feminist Majority Foundation y redactora ejecutiva de Ms. Magazine; y a Michael Kimmel, autor del libro Angry White Men y profesor de estudios de género en la la Universidad de Stony Brook. Ambos parecen despectivos y ligeramente molestos al ser invitados a otorgarle algún tipo de reconocimiento a los activistas de los derechos de los hombres.
«La esencia de lo que dijeron es que los activistas por los derechos de los hombres están tratando de dar marcha atrás a los derechos de las mujeres y promover la violencia contra las mujeres», dice Jaye. «Lo que me encontré fue que muchas de las feministas con las que estaba hablando nunca habían hablado con los activistas por los derechos de los hombres. Así que estaba realmente en conflicto con lo que yo estaba escuchando de los hombres, y luego al encontrar las fuentes para apoyar lo que estaban diciendo, y hablar con feministas y darme cuenta de esta desconexión entre las feministas en general, el no saber realmente lo que los activistas de los derechos de los hombres tienen que decir porque nadie había estado dispuesto a hablar con ellos antes».
En The Red Pill, Jaye incluye un video diario que muestra su confusión y frustración, ya que sus propias creencias preconcebidas estaban siendo desafiadas y eventualmente cambiadas. Al final de la película, anuncia que ya no es feminista.
“Quiero dejar bien claro que estoy muy a favor de los derechos de las mujeres y que así ha sido durante mis 10 años de carrera en el cine”. “Que no ya me etiquete a mí misma como feminista de ninguna manera implica que esté en contra de los derechos de las mujeres. Elegí dejar la etiqueta porque, después de hacer esta película, ya no veo al feminismo como el camino hacia la igualdad de género. Eso se debe en gran parte a la forma en que los temas de los hombres se abordan dentro del feminismo. No creo que sea propicio para un ambiente donde discutir cuestiones de género ya que, en última instancia, los hombres están siendo demonizados”.
Estoy flipando… Fascismo, censura e inquisición en el 2017
La píldora roja (The Red Pill)
Lamentablemente, este video también ha desaparecido de Internet y no se puede encontrar…
[…] via The Red Pill (La Pastilla Roja): Documental sobre el Movimiento por los Derechos de los Hombres que … […]
[…] The Red Pill (La Pastilla Roja): Documental sobre el Movimiento por los Derechos de los Hombres que … […]
Entiendo que existen casos en que los hombres tambien sufren problemas,por supuesto, y entiendo también que la manipulación social está consiguiendo enfrentarnos a mujeres y hombres.Sin embargo decir que el problema actual lo tienen los hombres y que se esagera la problemática de la violencia que sufren las mujeres me parece un error muy peligroso.
Una sociedad que solo valora la fuerza,la competitividad, el dinero, el poder, es muy claro que no es una sociedad feminista. En una sociedad así salen perdiendo tanto mujeres como hombres, eso es cierto. Sin el trabajo GRATIS de las mujeres del mundo, el capitalismo no existiría.
LA violencia a la mujer es brutal, pornografia, cine, música, religiones, pero esta violencia falta de igualdad, de valores, de empatía, tambien daña y mucho a los hombres, en eso estoy totalmente de acuerdo.
Estes argumentos que salen en el video, los hombres mueren más en las guerras, y los trabajos, y se suicidad más¿¿¿??? Y se gasta más en cancer de mama que de prostata.¿? Esta manera de ver el mundo ,entre mundo de hombres y de mujeres, es lo que hay que cambiar, Querida amiga, este problema sería necesario un estudio más profundo y global.
[…] The Red Pill (La Pastilla Roja): Documental sobre el Movimiento por los Derechos de los Hombres que … […]
[…] The Red Pill (La Pastilla Roja): Documental sobre el Movimiento por los Derechos de los Hombres que … […]
[…] de todo tipo que han tenido que sortear, para sacarlos adelante, los creadores de documentales como The Red pill [La píldora roja] o SILENCIADOS. Cuando los maltratados son ellos, a los que dediqué sendos posts, en la serie […]
[…] The Red Pill (La Pastilla Roja): Documental sobre el Movimiento por los Derechos de los Hombres que … […]
[…] The Red Pill (La Pastilla Roja): Documental sobre el Movimiento por los Derechos de los Hombres que … […]
[…] The Red Pill (La Pastilla Roja): Documental sobre el Movimiento por los Derechos de los Hombres que … […]