El Sympsium no es más que un puente entre médicos, terapeutas y sanadores para que podamos aprender unos de otros. Y esto os los dice un médico con varias especialidades y más de cuarenta años de ejercicio.
Pero yo creo que tenemos mucho que aprender de gente que nos puede enseñar muchas cosas aunque no tengan los títulos oficiales. En cuanto a eso hay mucha gente que no lo ve así, pero yo soy de la opinión que es importantísimo que ese puente se instaure -de hecho, ya está en marcha-.
Dr. Francisco Barnosell
impulsor de los Symposiums de Médicos, Terapeutas y Sanadores y fundador de la Asociación de Médicos, Terapeutas y Sanadores
No hay nada tan poderoso como una idea cuyo tiempo ha llegado
Creo que esta frase de Victor Hugo resume a la perfección lo que está sucediendo en muchos ámbitos de la sociedad en todo el mundo. Estamos viviendo, sin duda, el momento del Gran Parto.
Después de un largo período de gestación, nos adentramos en la fase -dolorosa y poderosa- del parto de unas ideas cuyo tiempo ha llegado.
Seguramente, el doctor Francisco Barnosell no se imaginó, ni por un momento, cuando organizó en Barcelona el primer Symposium de Médicos y Sanadores, allá por septiembre de 2013, la rapidez y la fuerza con la que se iba a desarrollar su idea inicial de tratar de ser un puente entre la medicina tradicional y las otras medicinas.
Sin embargo, aquella idea-semilla tuvo la fortuna de ser sembrada en el preciso momento en que su tiempo había llegado…
Efecto bola de nieve
Por esa razón, su iniciativa creció, produciendo un efecto bola de nieve…
Y el segundo Symposium, ya denominado de Médicos, Terapeutas y Sanadores -también en Barcelona- tuvo lugar unos meses después, los días 27, 28 y 29 de junio de 2014. Rápidamente, llegó el tercero, en Buenos Aires (Argentina) los días 26, 27 y 28 de marzo de 2015.
Y ahora, a punto de dar comienzo en breve, llega el cuarto en Donostia / San Sebastián los días 26, 27 y 28 de junio de 2015.
Pero se preparan también los sucesivos: en 2016 en México y Madrid, en 2017 en Chile y Colombia…
Unificar, integrar, colaborar…
Después de fragmentar ad infinitum la realidad para intentar comprenderla, el péndulo oscila, en estos momentos, hacia el otro extremo…
Unificar, integrar, unir lo que estaba desunido, incorporar, cooperar, aprender unos de otros…
Estos son los signos de los nuevos tiempos
Este post está dedicado a dar a conocer el gran evento que va a ser el 4º Symposium de Médicos, Terapeutas y Sanadores de San Sebastián.
Pero también quiero prestar atención al camino que ha recorrido su gestación…
Me pareace de gran importancia, de cara a comprender la forma en que cada uno de nosotros puede contribuir a dar un giro radical hacia la creación de las nuevas realidades de las que intenta hablar este blog.
En este caso, todo empezó con una toma de conciencia, un giro en la mente de un médico, el doctor Francisco Barnosell, que es el alma máter detrás del inicio de esta revolución. Es como que ese giro en su mente hubiera encendido una mecha que está provocando tantos encuentros impensables hasta hace muy poco tiempo.
Sobre ese giro de su conciencia habla en dos entrevistas y un video contenidos en el post
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«Jamás pensé que tratarían con reiki o magnetismo en hospitales públicos»
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«Sanadores y médicos deberíamos colaborar»
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Médicos y terapeutas. Por una nueva medicina
4º Symposium de médicos, terapeutas y sanadores
Donostia/San Sebastián 2015
26-27-28 Junio
El Kursaal acogerá entre el 26 y 28 de junio el cuarto simposio de médicos, terapeutas y sanadores, impulsado por la asociación AMYS, presidida por el neurólogo y rehabilitador catalán Francisco Barnosell.
Ya se han abierto las inscripciones para este encuentro en el que destaca, entre otros, la participación del físico Jean-Pierre Garnier Mallet, padre de la teoría del desdoblamiento del tiempo y cuyo nombre ha salido en quinielas para los Nobel de Física.
Javier Aizpiri, médico neuropsiquiatra y pionero en medicina higienista y nutriterapia aplicada a la salud mental.
Harald Blomberg, creador de la terapia de movimiento rítmico o la médico homeópata Txus Balbás serán otros de los participantes.
El arquitecto Alvaro E. Olaiz hablará junto a Francisco Barnosell sobre medicina y bioconstrucción.
Fuente: El Diario Vasco
Ver todos los participantes
PROGRAMA
Viernes 26 y Sábado 27
(Enlace a la web de Mandalara Taldea para ver el programa ampliado)
Domingo 28
(Enlace a la web de Mandalara Taldea para ver el programa ampliado)
Participantes
Talleres
Conferencias
Inscripción
http://www.asociaciondemedicosysanadores.com
Francisco Barnosell:
«Jamás pensé que tratarían con reiki o magnetismo en hospitales públicos»
Médico, hijo de médico, Francisco Barnosell empezó hace una década a preguntarse por qué algunos pacientes desahuciados escapaban de la muerte. Este neurólogo y rehabilitador experto en la electromiografía, una técnica de diagnóstico neuromuscular, comenzó a investigar sobre terapias complementarias e impulsó la Asociación de Médicos, Terapeutas y Sanadores (AMYS), que el año que viene celebrará su cuarto congreso en el campus de la UPV/EHU de Donostia. Barnosell, autor de un blog bajo el seudónimo Paco Lacueva y del libro ‘Entre dos aguas’ (Luciérnaga), visita este fin de semana San Sebastián para participar en el comité organizador del encuentro.
¿Cómo surge su interés por investigar las terapias complementarias?
Tras ver cómo unos pacientes se habían curado por medios no médicos, casos graves de personas desahuciadas. En dos enfermos concretos vi como médico que iban a durar poco, entre tres y seis meses, y vivieron entre 7 y 8 años. Luego murieron. Pero de 6 meses a 8 años hay un abismo. Casos muy muy graves que se hayan escapado he visto muy pocos, pero sí he visto esa demora en casos no tan graves. Empecé a investigar y me encontré con que había un par de sanadores por un lado, un curandero por el otro… Y lo plasmé en un libro escrito desde el punto de vista notarial: soy un notario que se pasea por mil sitios y escribo lo que veo.
¿Alguna vez le han reprochado haber dejado de ser un médico ‘serio’ o convencional?
No, en absoluto. Lo que pasa es que en Cataluña es diferente a otros lugares, aquí estamos quizás más avanzados en esto e incluso muchos hospitales públicos hace 2-3 años empezaron a hacer tratamientos energéticos tipo reiki o magnetismo, algo que jamás hubiese dicho que fuese posible.
¿Y hace 15 años se imaginaba que estudiaría estas terapias?
¡Qué va! Hace 15 años me reía de estas situaciones, pero poco después entré de golpe y empecé a ver que funcionan.
Pero muchas de estas terapias no se pueden probar empíricamente…
Ese es el problema. Yo he contado 187 técnicas, aunque hay hasta 300 pero el resto son mezclas, y la mayoría no son demostrables. Se demuestran con resultados en pacientes, con su mejoría, pero no hay una prueba que lo corrobore. Es el problema que nos encontramos, porque el médico quiere pruebas: resonancias, analíticas, radiografías… Y muchas veces esto no se ve, pero otras sí. Por ejemplo, en el mejor hospital del mundo en oncología, el Anderson en Estados Unidos, usan una docena de técnicas comprobadas, como musicoterapia, meditación, nutrición, alguna energética… En España ahora estamos en plena revolución, hay médicos que trabajan en la medicina alternativa, el nombre que se emplea para unir la medicina convencional con las terapias. En Cataluña hay un espíritu de colaboración y aquí un médico no tiene inconveniente en enviar al paciente al terapeuta.
Así que no reniega de la medicina tradicional o convencional.
Sigo trabajando en la medicina convencional, lo que hago es utilizar herramientas de terapias complementarias para hacer mi labor. Lo primero es la medicina, eso ha de quedar clarísimo.
¿Ha habido un ‘boom’ de estas terapias complementarias?
El pasado fin de semana se creó en Madrid la Sociedad Española de Medicina Alternativa. Ha habido un crecimiento exponencial brutal de muchos terapeutas, no médicos, haciendo todo tipo de terapias. La parte buena es que se ha investigado mucho y se ha relacionado mucha gente de la medicina, y la mala es que como en otros lados hay mangantes que quieren vivir del sistema sin estar preparados. Para esto estamos los colegios de médicos, para ejercer cierto rigor y control.
¿Le escriben muchos colegas?
Cada semana recibo más de cien correos electrónicos y la mitad son de médicos, enfermeras, farmacéuticos, fisioterapeutas y psicólogos.
¿Cómo trata a un paciente que entra por primera vez en consulta?
Tratas de que en cinco minutos se rompan esas barreras de intimidad y puedas entrar dentro de él con empatía. Sobre todo se trata de escucharle y entender, explicar el cómo, el cuándo y el por qué de esa enfermedad. Por ejemplo, un paciente con un problema en la espalda, en una vértebra. El tratamiento básico y clásico sería pedir una resonancia, una radiografía, un tratamiento de rehabilitación o una operación. Yo quizás pregunto más allá: ¿Y desde cuándo lo tiene? Hace un año. ¿Y qué le pasó hace un año?, y no me refiero a que cogiese un peso… ¿Se separó, hubo un ‘crack’ en su familia, en su trabajo, para que yo pueda entender esa carga que lleva en esa espalda?
¿Y qué tratamiento plantea?
Sigo con las pautas clásicas: primero medicina, rehabilitación y, al mismo tiempo, en función de caso, hay más de cien terapias que podemos usar. Sobre todo desde el punto de vista emocional.
¿Cuáles son las terapias más empleadas?
El abanico es enorme y hemos de acotarlo un poco. Hemos hecho seis grupos: las terapias integrales, las terapias mente y cuerpo, las biológicas, las de manipulación del cuerpo, las energéticas y vibracionales y las ambientales del bienestar y de vida sana. Ahí se incluyen las 187 terapias. Las que están en algunos hospitales, digamos que aprobadas, son: arteterapia, reiki, terapia lumínica, musicoterapia, acupuntura, fisioterapia, nutrición, ejercicio físico, yoga, tai chi, psico-oncología, gestión de emociones, relajación, meditación guiada… Las que más en boga están son las energéticas, como la magnetoterapia, reiki, sanación energética, y luego hay otras muchas, como sofrología, constelaciones, genograma, descodificación… Lo que sucede es que algunas de estas terapias se incorporan pero los estamentos médicos oficiales no tienen ni idea que está pasando. Lo que se trata es de hacer un estudio firme y serio para ver de todas estas cuáles podemos incorporar en la medicina. Por eso se me ocurrió crear un espacio común para médicos, terapeutas y sanadores, que es como un sacrilegio, y he conseguido que salgan a la luz tanto médicos como terapeutas.
Estas terapias complementarias, ¿curan o ayudan?
Depende de los casos y de la profesionalidad de quien lo hace. Empezaron los terapeutas y los médicos han cogido la batuta. Pero no nos engañemos: normalmente no verá a un médico que haga más de 2 ó 3 terapias. Un terapeuta podrá hacer 15 ó 20, y necesitamos que esos terapeutas nos ayuden. En eso estamos trabajando en AMYS y hemos conseguido que haya un seguro de responsabilidad civil y que tengan un título universitario: a partir del año que viene habrá un espacio universitario para convalidar títulos y hacer cursos de medicina alternativa. Así se pueden integrar en el sistema de salud, primero en la red privada y luego en la pública.
¿Hasta qué punto el interés o la convicción personal influye en la curación o en la evolución de un paciente?
Es vital, el paciente que entiende el alcance de su enfermedad se cura antes y mejor. No hay que esconderle nada al paciente y hay que conseguir esa complicidad. Pero mi labor, al menos en el futuro cercano, es establecer unas pautas de rigor científico para determinar cuáles de estas ciento y pico terapias funcionan empíricamente, porque funcionar funcionan muchas, pero a los médicos no nos sirven si no hay una demostración detrás. También hay que trabajar un código ético, tanto profesional como económico. Y luego abrir espacios profesionales, desde el punto de vista de colegios de médicos y médicos asociados, para establecer un punto común para poder desarrollar estas técnicas. En hospitales americanos lo han estudiado y tenemos 15 técnicas pero yo creo que algunas más se pueden incorporar.
Fuente: El Diario Vasco
«Sanadores y médicos deberíamos colaborar»
En carne propia
Hace nueve años, a este médico, hijo de médico, especializado en una técnica de diagnóstico neuromuscular (la electromiografía), se le ocurrió preguntarse por qué algunos pacientes desahuciados por la medicina convencional se curan con medicinas alternativas, y decidió investigarlo.
Viajó por medio mundo al encuentro de chamanes, médiums y sanadores de todo tipo, trabajó con ellos e incluso se trató con ellos, y fue volcando sus experiencias en un blog con el seudónimo Paco Lacueva que en menos de un año tenía 100.000 visitas y en la actualidad, más de 500.000.
De ahí nació Entre dos aguas (Luciérnaga).
«Es posible combinar esas medicinas sin que se excluyan».
El hijo de la portera tenía cáncer de mediastino. El pronóstico eran seis meses de vida.
Sí que empezamos bien.
Al cabo de un año estaba estupendo (vivió siete años más). Me dijo que lo había curado un chamán. Le pedí su historial, se trataba de una curación sin explicación médica. Me chocó tanto, que me puse a investigar como un loco.
Eso le honra.
Llevo toda la vida inmerso en el mundo de la medicina, acumulo más de cuarenta años de experiencia, y en ese mundo de las sanaciones he visto cosas inimaginables, pacientes que mejoraban o se curaban con métodos tan raros que no sabía ni que existían.
Se ha relacionado con médiums, sanadores, chamanes…
Sí, y geobiólogos, radioestésicos, brujos y personajes inclasificables.
Entramos en terrenos resbaladizos.
Hay que investigar, no menospreciar a nadie porque consideremos que no está tan bien preparado como un médico con sus títulos y másters. No digo que nos pasemos al otro lado, sino que tratemos de sacar provecho de ambas medicinas.
Cuénteme sus experiencias.
Las he vivido y he recopilado durante nueve años. Chamanes y sanadores me han permitido estar a su lado mientras trabajaban. Yo mismo he sido conejillo de Indias en varias ocasiones: me tumbé en la mesa de operaciones del sanador filipino Álex (70) y grabé cómo me operaba con las manos de una hernia discal.
Tiene usted valor.
Introdujo las manos en mi cuerpo y sacó un coágulo rojizo. Lo increíble es que un tiempo después me operaron en España de otra vértebra (también lo filmé), y lo que me extrajo el traumatólogo era exactamente igual a lo que me había sacado el chamán. Todo está colgado en internet.
Son cosas difíciles de explicar.
Como médico, para mí lo más incomprensible son las sanaciones a distancia: éramos unas quince personas meditando y enviando energía a otra en coma por un ictus cerebral y que estaba a 10.000 km. Salió del coma durante la sanación. Lo viví también, en varias ocasiones, estando junto al paciente.
¿En qué otros campos ha investigado?
En las vibraciones y sus frecuencias, en la sanación con piedras, que funciona muy bien con enfermedades psicosomáticas porque rescinde los bloqueos emocionales.
¿Cómo se lo explica?
Somos energía que se transmite por química. Cuando una emoción transita de forma anómala en un paciente puede originar un bloqueo que si se enquista puede ser el origen de una enfermedad, una inflamación, un quiste o incluso una tumoración.
Me sorprende usted, doctor.
Tener en cuenta los chacras, los meridianos, los puntos energéticos del cuerpo, el influjo de los campos energéticos y los electromagnéticos; tener en cuenta todas esas cosas que la medicina convencional no considera puede abrir un camino para entender los mecanismos que nos enferman. Nuestra medicina sólo considera el final: el tumor, pero no el recorrido.
Antes de investigarlos, ¿ya creía en estos temas?
En absoluto, pero tengo documentados más de treinta casos de sanaciones de cánceres a desahuciados por la medicina.
¿Cuál fue su experiencia con médiums?
La más espectacular la viví en mi consulta cuando una paciente nada más verme se puso a llorar: «Acabo de ver que tendrá usted un accidente muy grave; y poco después su hijo, pero no será grave». Al cabo de una semana un accidente de moto me dejó en coma, y quince días después lo tuvo mi hijo.
¿Autosugestión?
Los médiums (y he encontrado de todo tipo: gente increíble, charlatanes y mangantes) tienen capacidad para acceder a los archivos akásicos, donde se supone que está toda la información de la humanidad.
¿…?
Después de experiencias como esa no vuelves a ser el mismo. Hoy creo que el sentido de la existencia es experimentar, e incluso considero la posibilidad de la reencarnación para ir acumulando esa experiencia. Hay miles de casos documentados por médicos de pacientes que han muerto y han revivido, y han contado lo que ocurre en ese trance.
¿Qué le dicen sus colegas?
En las clínicas donde colaboro he dado conferencias ante sus gerentes y mis colegas, y he invitado a personajes como el geobiólogo Jean-Jacques para que les hiciera demostraciones.
¿Y?
A veces no sabemos qué tienen los pacientes. Jean-Jacques, con su antena de Lecher, nos decía dónde mirar. Hacíamos el análisis, la resonancia o la ecografía en ese punto y encontrábamos una patología escondida.
¿Cuáles son sus conclusiones?
Espero que a medida que pase el tiempo muchas de las cosas que he podido investigar no se vean tan anómalas, y sanadores y médicos podamos llegar a colaborar, hacer una simbiosis entre las distintas medicinas.
Fuente: La Vanguardia
Francisco Barnosell
Médicos y terapeutas. Por una nueva medicina
interesante tema , muy bueno para unir todas las terapeuticas con un solo fin la salud integral del paciente ,teniendo en cuenta el debido respeto por quien practique la terapia que sea en beneficio de la salud .
Veo aquí la gran liberación del nuevo hombre en el tiempo .
Gracias a uniendo los opuestos por esta información .
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