Creo que todos los análisis e informes ya están hechos. Que ya no es tiempo de más de lo mismo.
Por lo menos, ya no para la minoría (creciente, eso sí) de quienes sentimos la responsabilidad de provocar una revolución de la conciencia. Un romper la Matrix desde dentro… de nosotros mismos.
Por fin, hemos introducido en la ecuación un factor clave al que no le habíamos dado lo suficiente atención, las formas múltiples y astutas en las que actúa nuestra naturaleza dual: nuestro idealismo por un lado, y la pesadez de nuestra inercia tirando en dirección opuesta
O sea, nuestro ángel y nuestro demonio.
A partir de esta comprensión solo queda pasar a la acción. y hacer saber al demonio que no vamos a flaquear.
Para eso, lo mejor es dar el primer paso, el que más cuesta, como veíamos en el post anterior.
Veíamos cuánto nos cuesta dar ese primer paso en una dirección determinada, incluso a partir de que ya hemos tomado una decisión.
En el primero radica la clave, porque el siguiente ya cuesta menos…
Por eso, voy a seguir utilizando la imagen de la huella de un pie desnudo como símbolo de una acción concreta -dar un paso- en pos de un objetivo previamente definido con claridad.
Romper automatismos:
el uso del NO en la vida cotidiana
En este post me voy a centrar en la observación de otro aspecto de nuestra naturaleza que nos lo pone difícil: lo problemático que nos resulta decir NO.
Y es que, desde pequeños, la esencia de nuestra educación se ha centrado en enseñarnos a obedecer. O sea, a decir sí. De lo contrario, los Reyes Magos nos traían carbón. Una compra de voluntades en toda regla.
Pero observar como espectadores esa actitud inconsciente que nos impulsa a la obediencia, nos ayuda a concentrar energía para reconocer que siempre podemos decir NO. Todo un descubrimiento.
Por cierto, no hay ningún niño en el mundo que no sepa, desde muy pronto, decir NO. El problema viene luego, cuando ya hemos pasado las sucesivas fases de la domesticación.
Así, o aprendemos y practicamos el decir NO, NO, NO y NO… o nos vamos a la esclavitud de cabeza.
Así de clarito lo veo yo, y cualquiera que tenga el tiempo y las ganas suficientes para mirar lo que le rodea.
Por eso ya llevo un tiempo practicando NOES.
Hace muchos años que NO veo la televisión. NO leo la prensa del SISTEMA.
He dicho NO a la macrocorporación que me suministraba la energía eléctrica y me he hecho socia de GOIENER una cooperativa de generación y
consumo de energías renovables, gracias a que otros se dieron cuenta, hace tiempo, de la tendencia y decidieron asociarse para decir NO a las eléctricas todos juntos. Por ello empezaron a crear su Nueva Realidad, a la que pusieron el nombre de Goiener.
Lo mismo pasó con la banca, y en este momento FIARE la banca ética popular – de la que también me hice socia-, después de muchos años de incubación y de depender de la Banca Popolare Ética italiana, empieza a dar sus primeros pasos, y ya es posible abrir cartillas, domiciliar recibos o contratar depósitos.
Estos son algunos de los NOES que he ido diciendo durante los últimos años, para no seguir haciendo más de lo mismo.
Otro NO se lo dije a uno de los bancos con los que opero, cuando hace un par
de meses me llamó por teléfono para informarme de que, en cumplimiento de la Ley 10/2010 de Prevención del Blanqueo de Capitales y de la Financiación del Terrorismo, me debían realizar unas preguntas sobre la procedencia de mi dinero…
Una conversación que, por supuesto, había comenzado informándome de que. por mi seguridad, la conversación estaba siendo grabada.
A todas estas, este es precisamente el banco en el que, por cierto, tengo domiciliada la nómina. La llamada me produjo risa y estupor a partes iguales, al punto que llegué a preguntar si no se trataría de una grabación para un programa de cámara oculta.
Y por supuesto, dije NO, y añadí: Que conteste Botín!!
¡Que firme ahí tu padre!
Por eso, cunado hace dos días vi el video de Jaigar que incluyo en este post ¡Que firme ahí tu padre!, me pareció una muy buena iniciativa para continuar ejerciendo lo que considero mi DERECHO AL NO.
Y, ¡oh, casualidad!, ya he tenido dos oportunidades de poner en práctica su iniciativa. Ambas coronadas con éxito.
La primera ayer, en una de las entidades bancarias con las que, de momento, sigo teniendo la necesidad de operar (mientras voy viendo cómo puedo crear una nueva realidad).
La segunda hoy, en Correos, para recoger un sobre certificado. Primero, me han hecho firmar y poner el DNI en un papel. Después, me pedían que firmar en el escáner. He respondido que quería firmar en papel, la empleada me ha dicho que «mejor» firmara en la pantalla, he insistido en que para mí era «mejor firmar en papel», ella ha vuelto a insistir en que «mejor» firmar en la pantalla, y que «ya hasta los bancos lo hacen», yo he vuelto a insistir de nuevo en que prefería firmar en papel… y por fin, ella ¡se ha rendido!, diciendo: «no hace falta la firma». Momento en el cual yo he cogido mi sobre y me he marchado (muy contenta, todo hay que decirlo)
Que firme ahí tu padre
Campaña contra la firma en escáner digital
YA ESTÁ BIEN DE ABUSOS.
No permitas que te hagan firmar en ese escaner digitalizador de firmas, no te dan garantía alguna y si alguien la usa en un documento es como si tú lo hubieras firmado.
NIÉGATE y CAMBIA de BANCO. Y MENOS AÚN FIRMES EN EL SUPERMERCADO, ES EL COLMO!!!
NO
Hugo Finkelstein
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