Por primera vez, los grandes partidos empiezan a estar relativamente inquietos ante cada consulta electoral… por primera vez, aparece ese intento de convertir ese desencanto social en acción política
Antonio de Cabo,
catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid
Pablo Iglesias pone en marcha «la segunda fase» de Podemos
Podemos, el proyecto político del profesor de Ciencia Política y tertuliano televisivo Pablo Iglesias, ha presentado «la segunda fase» del proceso de consolidación de este partido, que nació con el objetivo de «impulsar un proceso abierto para elegir una candidatura europea contra los recortes y el austericidio», en los cines Palafox de Madrid.
Junto a Pablo Iglesias, el resto de pesos pesados de Podemos -como Juan Carlos Monedero, Beatriz Gimeno, Bibiana Medialdea o Íñigo Errejón- se han dirigido a un auditorio de más de 2000 personas, que han abarrotado tres salas de los cines, para explicar el método de participación ciudadana que se va a aplicar en este nuevo proyecto político: un proceso «que demuestre a los poderosos que cuando la ciudadanía se organiza y decide actuar no pueden hacer nada para pararla».
Los líderes de Podemos han presentado los Círculos Podemos y otras propuestas de consolidación que buscarán la «unión» de los movimientos sociales con una izquierda «con ilusión», de un «nuevo consenso». El primer acercamiento de este tipo ya se ha producido al haber aceptado la colaboración del Partido X.
[Para seguir leyendo la noticia en Público…]
Discurso de Pablo Iglesias en su presentación en los cines Palafox de Madrid 09.02.2014
Después de haber «contagiado» su «entusiasmo» a miles de personas, Podemos inicia ahora una «segunda fase» con la que pretenden concretar el método de participación ciudadana, un proceso «que demuestre a los poderosos que cuando la ciudadanía se organiza y decide actuar no pueden hacer nada para pararla».
Ser muchos y sufrir poco
(o confesiones de un abstencionista que ha avalado la candidatura Podemos)
Recuerdo una conferencia de Agustín García Calvo en el Ateneo de Madrid. Durante el turno de preguntas un hombre le recriminó la oscuridad de su argumentación. “No he entendido nada…”, empezó a decir. García Calvo no le dejó seguir. “¡Me ha entendido perfectamente!”, le gritó. Me gustó mucho porque creo que algo así deberíamos decir la gente de izquierda. Pero no a los demás sino a nosotros mismos: ¡Nos entienden perfectamente!
La izquierda se ha convertido en una tradición política para héroes morales e intelectuales. Pensamos que lo que necesita esa gente ilusionada con el partido del domingo o con un concierto de David Bisbal es un buen par de hostias o un seminario intensivo sobre Toni Negri. Tenemos que romper con esa herencia envenenada. Porque es exactamente al revés. Rosa Díez dijo que millones de españoles son de UPyD y no lo saben. Tiene razón. Pero también hay millones de anticapitalistas que aún no saben que lo son. De hecho, son las mismas personas. Vivimos un momento extraño en el que se puede estar a punto de ser anticapitalista o de UPyD. De nosotros depende hacia donde se incline la balanza. Porque hoy las aspiraciones del común de las personas son profundamente subversivas. Fundar un hogar, cuidar de nuestra familia y de nuestros amigos, adquirir un oficio, ser respetados por nuestros iguales, aprender y crecer como ciudadanos libres… Todo ello obliga a transformar de arriba abajo el mundo que conocemos. El mero sentido común nos enfrenta a los dementes trajeados que desde los parlamentos y los consejos de administración tratan de arrasar nuestras vidas.
Hace unos días, mi dentista me explicaba que me iba a poner un tipo de empaste que ya no se usa mucho pero que ella consideraba preferible en mi caso. Me contó que las empresas farmacéuticas constantemente sacan productos nuevos de eficacia discutible. La mayoría ofrecen mejoras estéticas, aunque suelen ser peores desde el punto de vista médico. La industria se aprovecha de nuestra necesidad de parecer inmunes al paso del tiempo, del rechazo de nuestra propia fragilidad, me dijo en tono reflexivo. Somos gallinas ponedoras, concluyó, lo único que importa es que sigamos produciendo un día más, como si nada pasara. Allí tumbado, atontado por el sonido del torno y la anestesia, pensé que si la izquierda no es capaz de convencer a alguien como mi dentista de que nuestro proyecto político es también el suyo, entonces no nos merecemos la oportunidad de cambiar las cosas.
Rafael Barrett, un escritor anarquista de principios del siglo XX, recordaba así al monarca que reinó mientras se desarrollaba la Revolución Francesa: “Luis XVI acostumbró desde adolescente a consignar en un cuadernito los acontecimientos diarios. Nada tan sugestivo como la ausencia mental de este desgraciado, que nunca se enteró de lo que pasaba en su país. La ocupación favorita del Rey era la caza. Según las estadísticas que él mismo preparaba, Luis XVI mató en trece años 189.251 piezas y acostó 1.274 ciervos; el 28 de junio de 1784 mató 200 golondrinas. Anota en su diario los 43 baños que le recetan en 26 años, dos indigestiones, varios resfríos y ataques de hemorroides. Cuando no hay caza, audiencia ni indisposición, se contenta con escribir: Nada. Las convulsiones de Francia no llegan hasta él. En todas las fechas famosas de 1789 y de 1791 se encuentra en el cuadernito la sempiterna palabra: Nada”.
Llevamos tres décadas dejando que políticos, empresarios y medios de comunicación anoten en nuestros diarios “nada”. En cada debate, en cada editorial, en cada telediario siempre lo mismo: “nada”. Al final nos lo hemos llegado a creer y nosotros mismos nos lo decimos: nada, nada, nada… Pero, ¿y si ya hubiese pasado? ¿Y si la Bastilla ya hubiese sido tomada y sencillamente necesitáramos creérnoslo? Casi siempre nos olvidamos de cómo estaban las cosas hace apenas cuatro años. Hoy hablamos y pensamos de una manera distinta. Mi panadera sabe lo que es un escrache, mis vecinos jubilados odian a los banqueros, en el parque infantil se habla de huelgas…
Necesitamos que esa energía anegue las instituciones. Nos encontramos en una situación inempeorable para ello, es verdad. El poeta Antonio Gamoneda me habló una vez, en tono muy irónico, de su participación en un grupúsculo antifranquista en el León de los años cincuenta: “Éramos pocos, pero sufríamos mucho”, me dijo riendo. Es un excelente resumen de la historia reciente de la izquierda.
Dice mucho del estado de la democracia que nuestra mejor opción sea la candidatura de un tertuliano con coleta. No hace falta que nadie me lo recuerde. Soy abstencionista, nunca he votado excepto en contra de la Constitución Europea. Así que tengo todo un cargamento de argumentos cínicos en contra de Podemos. En realidad, sólo tengo un motivo a favor, aunque increíblemente poderoso: está funcionando.
Sí, está funcionando. De una forma desordenada, abrupta, contradictoria, fea, como todos los procesos políticos importantes. A mí me basta. El entusiasmo, no sólo el miedo, debe cambiar de bando. Necesitamos ser muchos y sufrir poco.
Blog del autor: http://espejismosdigitales.wordpress.com/
Escenarios de futuro – Antonio De Cabo
Antonio de Cabo, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid, analiza los futuros escenarios políticos posibles en España. Reflexiona también sobre la situación actual de la Izquierda y sobre algunas convicciones de la sociedad.
«Por primera vez, los grandes partidos empiezan a estar relativamente inquietos ante cada consulta electoral… por primera vez, aparece ese intento de convertir ese desencanto social en acción política».
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Me rio yo de esa casta política que se llena la boca con que están en contra de la privatización y luego tienen a sus hijos en colegios privados y van a la clínica Ruber cuando se resfrian. Pp y Psoe, son la misma mierda! Nos entretienen con el aborto??? EL ABORTO DEBERIA SER UNA CUESTION PERSONAL Y NO UN TEMA POLITICO. Politizar el aborto no es mas que un negocio que tienen montado estos dos para dividirnos y fingir que trabajan. DIVIDE Y VENCERAS.
Solo diré una cosa, parafraseando a Einstein.
«si haces lo mismo, conseguirás los mismos resultados»
Al final seguís esperando que alguien os saque las castañas del fuego, entregando sin garantía ninguna vuestro poder político, el único que aún conservamos.
Si los partidos están tan preocupados, no es por podemos (el nuevo psoe) o Vox ( el nuevo pp), es por la gran abstención que se prevee.
Vamos a pasar del binomio pp-psoe al de podemos-vox.
Mirad los discursos de Felipe González cuando vestía chaqueta de pana en vez de traje. Idéntico al discurso del sr. Iglesias.
Suerte, pero despertad. Es la hora de la sociedad civil, NO PARTICIPAR HASTA QUE PODAMOS ELEGIR.
ABSTENCIÓN Y DESOBEDIENCIA CIVIL.
«ABSTENCION Y DESOBEDIENCIA CIVIL » otra pintada gilipollesca de los pseudoácratas. ya lo dejó escrito Saramago en una de sus mejores novelas, aunque no vatara mas que el 1% del electorado el régimen se «autolegitimaría» y llamaría y trataria como «terroristas a los abstencionistas». Ni habrá bipartidismo VOX-Podemos, ni la subida de IU hara´cambiar al PSOE en un hipotético pacto, ni UPyd regenerará nada de nada, solo vox daría un mínimo giro a la ultraderecha (mínimo porque ya la padecemos) si consigue ser partido bisagra. EL estado, el poder, se descojonan de los abstencionistas, y se descojonan de los partidos porque saben que el poder no reside ni en el pueblo ni en sus supuestos representantes. EL poder sigue estando como hace doscientos años, en los consejos de administración de las grandes corporaciones que manejan el mundo, se reparten continentes, paises, pueblos. Llevan doscientos años y graciass al sistemas se prolongarán otros doscientos. Los escaños, son las migajas y el engaño para que el que se quiere autoengañar, lo mismo que el «abstencionismo». No vale para nada. La lucha es diaria, de cada persona individualmente, y cada cual sabe como quier luchar, cuanto y hasta dónde quiere llegar. Los sermones que nos dan unos y otros nos la sudan.
«así son»
Para empezar, gilipollez, es tomar una novela como real, y más aún si no es de un politólogo.
Segundo, decir que un poder se autolegitima, es no tener mi idea de que es la legitimidad política.
Un poder ilegítimo, puede imponer la ley por la fuerza de las armas, su ley, y ante eso toda defensa está legitimada.
y tercero, luchar día a día, individualmente es el camino, si no la cagas al asistir a las urnas que es un proceso,colectivo y afecta a todos, por lo tanto irresponsable , como todos los que iban a votar con franco.
Solo se me ocurre una razón por la que asistir a las urnas, y es que vivas del sistema, que seas uno de ellos o quieras serlo, Voz-Podemos. Desde luego IU ya forma parte de esa casta.
Julio Anguita dijo algo así, quien crea que se cambia algo votando, es tonto. Está el vídeo por ahí.
Suerte, pero aquí solo hay dos bandos, digan,lo que digan, uno es la casta que cobra del estado (no hablo de los funcionarios en general), que tienen sus leyes, y el resto de las personas, que somos esquilmados cual corderitos,.
A propósito, el anonimato es sinónimo de algo que esconder.
Se buscan las 7 diferencias. El pueblo español es servil y le gusta que le engañen, y que facil es.